UNA DECISIÓN

El día estaba oscuro, el viento soplaba fuertemente, las nubes lloraban un poco.

Rodrigo caminaba por la calle 17 de su ciudad con un pantalón gris roto en el dobladillo ya que era pisado por sus zapatos negros.

La camisa blanca un poco mojada por la leve llovizna que caía, en su rostro mostraba preocupación y abandono.

 

Miro hacia atrás un momento, y se dio cuenta que había recorrido tres cuadras desde que salio de la banca del parque en donde había llorado por 30 minutos.

 

La llovizna se hizo mas intensa.

 

Llego al puente de la carrera 20, el famoso viaducto de la ciudad. Lo miro fijamente y recordó las historias que su padre cuando aun vivía le contaba, de las personas que desesperadas se lanzaban al vació, así cayendo en las casas del barrio primavera.

 

No les voy a negar que a mi personaje instantáneamente se le pasó la idea de lanzarse; perdió hace 2 meses su empleo por una reestructuración de la empresa COMUNICACIONES DE OCCIDENTE, además su esposa caía lentamente en las drogas y el alcohol sin el poder hacer nada, ya que ella con sus salidas por la noche era quien últimamente estaba pagando el arriendo y el agua panela que brindaba.

 

Ese día se había levantado y había caído en cuenta que Rosaura (como se llamaba su esposa) no se encontraba en la cama. Era extraño por que acostumbraba a llegar a las 4:00 am, eran las 8:00 am y no estaba,

Rodrigo la busco por toda la casa y solo encontró unas cuantas botellas de aguardiente junto con cenizas de marihuana en el suelo.

 

Caminaba por el viaducto mirando hacia abajo el agua de la lluvia recorría todo su cuerpo, los carros pasaban y lo salpicaban, cosa que no le desagradaba ya que su pensamiento solo centraba en las casas de abajo.

 

Recordó a su padre:

 

 

Era el centro del viaducto.

 

Miro hacia el horizonte y las montañas andinas le recordaban que el mundo era muy grande y para lograr buen dinero tendría que ser grande y con su profesión de aseador creía que progresaría, y mucho menos en un país donde la presidencia la ganaban los empresarios y no los líderes del pueblo que el escuchaba.

 

Miro hacia el barrio donde vivía; allá en el cerro podía ver que el aguacero era mas intenso y que la casa estaría como una piscina, últimamente las goteras lo saludaban con sus ruidos cada que llovía.

 

Maldijo el momento en que se había casado con Rosaura; al principio todo era felicidad, el se sentía como un héroe ya que la saco de uno de los barrios mas pobres y miserables de la ciudad.

Ella con 15 años de edad se había escapado de la casa por que tenía unos papas que la maltrataban y la ponían a trabajar desde los 8 años de edad vendiendo cigarrillos y dulces en las esquinas.

Rodrigo la encontró en un rincón de un matorral de la avenida 3 cuando no sabia para donde ir. Desde entonces se enamoraron casándose al siguiente mes.

Trataron de tener hijos, pero Rosaura resulto estéril; el doctor dijo que, por herencia en los genes, eso la atormentaba cada día más.

 

10 años de lucha día a día vivieron los dos, hasta que Rodrigo le sugirió trabajar para ayudar y formar una microempresa de productos de aseo entre los dos; pero ella conoció gente y así fue que empezó a salir por las noches, las peleas entre los dos por sus llegadas tarde fueron por tanto tiempo que Rodrigo decidió echarla a lo que ella respondió con matarse si el lo hacia.

 

Desde las 8:00 am empezó a esperarla y luego al medio día viendo las noticias se entero de la matanza que hubo en el bar de la 52, “limpieza” realizada por un grupo de paramilitares.

Rosaura apareció en la lista de muertos, claro como una de las prostitutas que perecieron en la masacre.

 

Ya la decisión estaba tomada, Rodrigo levanto su pierna derecha la coloco en la tercera baranda del puente, sus lagrimas se multiplicaron, el rostro se desfiguro con el dolor del llanto, el vacío en su estomago y corazón lo empujaban.

Se acelero la muerte, en el aire grito la vida en 3 segundos mientras su corazón se paralizaba, las gotas de lluvia lo acompañaron en el viaje, el viento trato de ayudarlo, pero su peso hizo que la velocidad cumpliera el objetivo.

 

En el periódico al siguiente día pusieron el siguiente titular:

 

OTRO INDIGENTE DECIDE LANZARSE DEL VIADUCTO.

 

ESCRITO POR: Roberto Andrés Lozano

Año 2009

"UNA LUCHA CONSTANTE POR PROMOVER LAS ARTES ESCÉNICAS EN NUESTRA SOCIEDAD"